Una fecha para actuar, no solo para visibilizar
Cada 5 de junio se celebra el Día Mundial del Medio Ambiente, una jornada impulsada por Naciones Unidas desde 1973 con el objetivo de sensibilizar sobre los desafíos ambientales más urgentes. Este año, la campaña se centra en la restauración de tierras, la resiliencia a la sequía y la desertificación, recordándonos que el cuidado del entorno no puede seguir siendo una asignatura pendiente.
El problema no es la falta de mensajes: cada vez más empresas se suman a esta fecha con publicaciones en redes, iniciativas puntuales o declaraciones institucionales. El verdadero reto está en transformar ese compromiso simbólico en acciones sostenidas, reales y con impacto.
¿Compromiso ambiental o postureo verde?
En los últimos años hemos visto cómo muchas organizaciones han incorporado la sostenibilidad a su discurso corporativo. Sin embargo, ese discurso no siempre se traduce en acciones coherentes. Hablar de reciclaje mientras se imprimen documentos sin control, o promover el coche eléctrico sin facilitar alternativas de transporte sostenible al equipo, son algunos ejemplos de ese desajuste entre lo que se dice y lo que se hace.
El compromiso ambiental real empieza dentro: en la forma en que se gestionan los recursos, se forman los equipos y se toman decisiones cotidianas. No se trata de grandes inversiones, sino de coherencia y voluntad de mejora continua.
Acciones internas que marcan la diferencia
Algunas medidas sostenibles que pueden integrarse en la operativa diaria de cualquier empresa son:
- Sustituir impresiones innecesarias por sistemas digitales eficientes.
- Establecer puntos de reciclaje bien señalizados en todas las áreas de trabajo.
- Promover el uso compartido del coche, la bicicleta o el transporte público.
- Optimizar el uso de energía en oficinas y equipos electrónicos.
- Fomentar hábitos digitales responsables (como evitar el envío masivo de correos innecesarios o la sobrecarga en la nube).
Estas pequeñas acciones, cuando se integran en la cultura corporativa, generan un impacto positivo directo y contribuyen a una mayor concienciación del equipo.
De los gestos simbólicos a una estrategia ambiental sólida
Si se quiere dar un paso más allá del compromiso simbólico, existen herramientas y estándares que permiten implementar una estrategia ambiental sólida:
- Certificación ISO 14001: establece los requisitos para un sistema de gestión ambiental efectivo y reconocido a nivel internacional.
- Política ambiental interna: documento que recoge los principios y compromisos sostenibles de la empresa.
- Formación en sostenibilidad: sensibilizar al equipo para que conozca su rol y responsabilidad en la protección del medio ambiente.
- Compras responsables: seleccionar empresas proveedoras y materiales con criterios ecológicos y de proximidad.
Convertir el Día Mundial del Medio Ambiente en una oportunidad real de transformación depende de cada organización. Pasar del discurso a la acción es posible… y necesario.
¿Necesitas apoyo para implantar medidas sostenibles en tu empresa?
Desde Ereinn acompañamos a organizaciones que quieren integrar la sostenibilidad en su estrategia y operativa diaria. Diseñamos políticas ambientales, sensibilizamos a equipos y ayudamos a implantar sistemas de gestión como la ISO 14001, siempre con una mirada realista, práctica y alineada con la cultura de cada empresa.
Puedes contactarnos sin compromiso en ereinn@ereinn.com o llamarnos al 944 97 89 15.
