Se acerca el Día Internacional de la Mujer y, bajo el lema «¿Quién cuida? Hagámoslo visible. Hagamos nuestra parte», la campaña de este año nos invita a meditar y debatir sobre la igualdad de género, en la distribución de las tareas de cuidado entre mujeres y hombres.
Desde Ereinn, consultora de igualdad, queremos aportar nuestro granito de arena en este día de lucha internacional.
Por ello, hoy dejamos una reflexión de nuestra técnica de Igualdad, Ibone Erezuma Eguzkiagirre, sobre los derechos de las mujeres en la actualidad y el largo camino que aún nos queda por recorrer en la lucha por la igualdad y la corresponsabilidad.
Debemos defender los derechos de las mujeres y reclamar la igualdad de género
Otro año más llega el 8 de Marzo, y otro año más que debemos defender, reclamar y luchar por nuestros derechos, los derechos de las mujeres. Estos derechos que demandamos no sólo son para las mujeres jóvenes blancas trabajadoras, estos derechos que solicitamos van más allá de la edad, raza, etnia, clase social, etc.
Desde un punto de vista privilegiado, que así nos debemos sentir en el “primer mundo”, todo parece más sencillo, más bonito. Pero la realidad, es que sigue habiendo diferencias sustanciales cuando hablamos de paridad, equidad y corresponsabilidad.
Es una utopía decir, y llegar a escuchar por boca de muchas personas, más concretamente hombres, “que aquí hay igualdad”. En efecto, las mujeres blancas de países desarrollados quizás tengamos mayores oportunidades, pero debemos saber que todavía, “aquí”, hay mujeres que por falta de implicación, concienciación y responsabilidad de sus parejas (hombres), deben elegir entre una carrera profesional o la educación de sus criaturas. Así de simple y así de complicado.
Parece sencillo, sólo hay que consensuar con las parejas los tiempos de cuidado y tareas del hogar; no obstante, las dinámicas adquiridas, costumbres y patrones que seguimos hacen que perpetuemos los roles y estereotipos machistas. ¡Vaya! Nosotras luchadoras feministas en estos berenjenales. Pues sí. Y seguiremos luchando, batalla a batalla, en nuestros hogares, en empresas cliente y donde haga falta; porque afortunadamente tenemos voz y algún privilegio.
Todas las mujeres del mundo se merecen unas mejores condiciones
Por esto último, además, tenemos la responsabilidad y el compromiso de gritar que no sólo nosotras, sino todas las mujeres del mundo se merecen unas condiciones de vida mejores y derecho a decidir sobre sus vidas y sus cuerpos. No podemos permitir que el patriarcado, mucho más fuerte que nunca gracias al neoliberalismo, nos siga haciendo sufrir y nos enferme. Debemos transgredir mediante nuestro empoderamiento, recordando que no estamos solas, nos tenemos las unas a las otras en este proceso de deconstrucción.
En definitiva, hoy, 8 de Marzo, seguirá siendo un día de lucha internacional mientras quienes estén en el poder no cedan o compartan sus asientos, pues son quienes verdaderamente tienen el privilegio de cambio.