Un año más, en este 8M, reivindicamos la importancia de nuestras ancestras. Las que estuvieron antes que nosotras y que lucharon para que nosotras pudiésemos disfrutar de todos los derechos que tenemos ahora. Nuestras amamas, que salían a la calle a reivindicar el derecho a un trabajo remunerado, nuestras amas, que lucharon por nuestros derechos de salud reproductiva. Y nosotras, que trabajamos por mantenerlos, hoy más importante que nunca.

El 8 de marzo lleva siendo fecha importante en nuestro calendario desde que en el año 1975. El Año Internacional de la Mujer Naciones Unidas declaró que el 8M sería el Día Internacional de la Mujer. Este día surge gracias a la lucha de las mujeres obreras, que en 1909 consiguieron que en Estados Unidos se celebrase por primera vez el «Día de la Mujer» para denunciar la opresión que sufrían. No obstante, nuestra lucha tiene mucho más recorrido. Desde antaño llevan las mujeres luchando por sus derechos, y no podemos olvidarnos de ellas. Todas las que nos han precedido a lo largo y ancho del planeta.

Hoy celebramos a mujeres como Hipatia, maestra filósofa y astrónoma del siglo IV. Ada Lovelace, primera programadora de ordenadores. Virginia Woolf, escritora adelantada a su tiempo que relató su indignación por la posición inferior del género femenino. Amelia Earhart, que intentó el primer viaje aéreo alrededor del mundo. Clara Campoamor, una de las grandes abogadas de la historia española, que trabajó hasta conseguir el sufragio femenino. Frida Khalo, revolucionaria del mundo del arte y también de la política. Benazir Bhutto, primera ministra musulmana en Pakistán, que trabajo para mejorar la situación de las mujeres en el país.

Este año EMAKUNDE pone el foco en las que vinieron antes que nosotras, nuestras amas, amamas, y todas las que nos han precedido generación tras generación. Hoy, por ellas, y por nosotras.