El Compliance Penal hace referencia al conjunto de herramientas de carácter preventivo y anticipado con el fin de evitar cualquier tipo de infracción penal. De esta forma, se podrán evadir sanciones que generen responsabilidad a la empresa. 

Estas herramientas se fundamentan en un plan de prevención individualizado para todas las personas jurídicas. Un plan que garantiza la adecuación de las normas vigentes de todas las personas integrantes de la empresa. 

De esta manera, la empresa se exime de ningún tipo de responsabilidad penal. Como, por ejemplo, la normativa de la protección de datos y/o seguridad laboral, comunicaciones corporativas, o, incluso, en caso de que cualquiera de las personas trabajadoras cometiera un delito en su puesto de trabajo.  


¿Para qué sirve el Compliance Penal?

Mediante el Compliance Penal, la empresa tiene la capacidad de asegurar seguridad jurídica, evitando responsabilidad penal e imposición de sanciones. Esto beneficia a la economía de la empresa. Puesto que no existirán perdidas financieras destinadas a los pagos de multas y/o sanciones, por lo que, conlleva un ahorro de costes. 

Además, contribuye a la definición de distintas estrategias que garanticen la continuidad de la empresa. Así como la protección del medioambiente y aplicación de políticas de responsabilidad social. 

Por otro lado, el tener un plan de prevención fundamentado en la conformidad de las normas, genera una conciencia empresarial. Compartiendo mismos valores e ideas por parte de todas las personas integrantes de la empresa, facilitando así el logro de los objetivos. 

Esto conlleva, a su vez, un aumento del valor de la pyme en cuanto al compromiso e intención por parte de la empresa; para mejorar de forma voluntaria, mejorando la imagen y reputación corporativa. 

Por ende, al mismo tiempo que aminora el riesgo de la comisión de delitos, y atenúa la responsabilidad penal de la pyme, ayuda en la contratación con terceros y facilita la obtención de financiación.