La norma ISO 9001 : 2015 se trata del Sistema de Gestión de Calidad, o como es más comúnmente conocido, el SGC. En resumidas cuentas, consiste en un conjunto de políticas que conforman dicho sistema, los cuales recogen el modo en el que una organización proveerá de un producto o servicio de calidad a su clientela.

El SGC dispone de carácter global, puesto que la ISO (International Organization for Standarization) recoge los principios de forma estandarizada. Su última adaptación data del 2015, donde se recogieron ligeras modificaciones que enfocaban los procesos registrados en la norma hacia el concepto del rendimiento, tal y como se indica en el proceso o ciclo Deming.

Este ciclo de mejora continua dispone de 4 fases, por eso se conoce también por las siglas PHVA: Planificar, Hacer, Verificar y Actuar. Por lo tanto, y siguiendo estos principios, vuelve a quedar de manifiesto el enfoque directo hacia la gestión de calidad. No es coincidencia, asimismo, que el principal objetivo de la norma ISO 9001 sea lograr la satisfacción de la clientela, sirviéndose para ello de procesos de mejora continua.

Además, la norma ofrece una serie de directrices a seguir, mediante políticas, procesos y procedimientos que quedan registrados de manera documentada. De esta forma, se logra una manera sistematizada de obtener los resultados más óptimos, “lo que no se mide, no se puede mejorar”.


¿Para qué sirve la norma ISO 9001?

Como ya se ha indicado, su función primordial reside en llevar un registro de los procesos que tienen lugar en la propia organización. Pero, además, estos son algunos de los beneficios que subyacen al integrar el sistema de calidad:

  • Imagen y confianza. Se trata de un certificado oficial proveniente de una organización con renombre como es ISO, muestra de la calidad en los productos y/o servicios ofertados por la empresa.
  • Satisfacción de la clientela. La propia norma busca identificar las necesidades de la clientela para poder satisfacerlas, enfocándose en la fidelización. 
  • Plantilla y mejora continua. El factor humano es el activo más importante de una empresa, en el reside su esencia, y su participación puede resultar clave en el proceso de mejora continua.
  • Eficiencia y productividad. Todos los procesos que se registran dentro de la norma están enfocados a mejorar la eficiencia de las actividades y reducir costes.

En conclusión, las empresas certificadas por la ISO 9001 disponen de una ventaja competitiva frente al resto. El certificado es garantía de una mejor organización empresarial. De una eficiente capacidad a la hora de reducir gastos y finalmente, señal de que la entidad se encuentra aumentando su productividad progresivamente.

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